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jueves, 15 de septiembre de 2011

Huesos del craneo

Cabeza ósea

 
Cabeza ósea
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Cráneo humano, vista frontal.
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Cráneo humano, vista lateral.
La cabeza ósea o calavera es el conjunto de huesos que forman el esqueleto de la cabeza; rodean y protegen al encéfalo y los órganos de los sentidos y contiene al aparato de la masticación. Normalmente se encuentran 28 huesos en el esqueleto de la cabeza, en donde sólo uno, la mandíbula, es móvil.
Huesos que lo forman:

[editar] Simbología

Símbolos con calaveras.
  • La calavera suele emplearse como símbolo de peligro o de sustancia tóxica.
  • Junto con dos tibias cruzadas y sobre fondo negro, se considera la enseña de los piratas y bucaneros (aunque cada uno utilizaba su propia bandera, si bien es cierto que los esqueletos, huesos, etc. eran comunes en ellas).

Huesos de la cara

Huesos de la cara

Huesos de la cara
Es-Human skull front simplified (bones).svg
Huesos de la cara
LatínOssa faciei, Ossa facialia
Los huesos de la cara son los huesos de la cabeza que se encuentran debajo del cráneo.
Los huesos de la región superior de la cara son solidarios del cráneo y, a excepción del vómer, situado en la línea media, son pares y simétricos: el maxilar superior que está dividido en dos, uno a cada lado de la línea media; el pómulo también llamado hueso malar o cigomático; el unguis o hueso lagrimal; los cornetes superior, medio e inferior; el nasal que se articula con los maxilares superiores y con el frontal y el palatino.
La región occipital está constituida por un solo hueso: el maxilar inferior o mandíbula, es una pieza móvil ya que su principal tarea es la de la masticación. Posee unos salientes o apófisis que terminan en los cóndilos, que se articulan con el cráneo a través del hueso temporal en su cavidad glenoidea. Los huesos de la cara, junto con los de la base del cráneo, forman las diferentes cavidades como: la cavidades orbitarias, las nasales y la bucal, donde se alojan, respectivamente, el globo ocular, la mucosa pituitaria y la lengua con las terminaciones gustativas.

[editar] Huesos

[editar] Referencias

  • Maldonado, Diego (2008). ANATOMÍA CLÍNICA para estudiantes de odontología. venezuela : McGraw-Hill. 970-10-3590-9. 
  • Testut, Latarjet (1956). Tratado de anatomía descriptiva. 

Hueso

Hueso

De Camil Disla
Huesos humanos de la extremidad superior.
El hueso es una cosa firme, dura y resistente que forma parte del endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados. Los huesos también poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla articular), vasos, nervios, y algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo (médula ósea).
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una estructura interna compleja pero muy funcional que determina su morfología, los huesos son livianos aunque muy resistentes y duros.
El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma el esqueleto o sistema esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de conjunto en relación con las piezas próximas a las que está articulada.
Los huesos en el ser humano, son órganos tan vitales como los músculos o el cerebro, y con una amplia capacidad de regeneración y reconstitución. Sin embargo, vulgarmente se tiene una visión del hueso como una estructura inerte, puesto que lo que generalmente queda a la vista son las piezas óseas —secas y libres de materia orgánica— de los esqueletos luego de la descomposición de los cadáveres.

[editar] Composición

Huesos del Esqueleto humano.
La constitución general del hueso es la del tejido óseo. Si bien no todos los huesos son iguales en tamaño y consistencia, en promedio, su composición química es de un 25% de agua, 45% de minerales como fosfato y carbonato de calcio, y 30% de materia orgánica, principalmente colágeno y otras proteínas. Así, los componentes inorgánicos alcanzan aproximadamente 2/3 (65%) del peso óseo (y tan sólo un 35% es orgánico).
Los minerales de los huesos no son componentes inertes ni permanecen fijos sino que son constantemente intercambiados y reemplazados junto con los componentes orgánicos en un proceso que se conoce como remodelación ósea.
Su formación y mantenimiento está regulada por las hormonas y los alimentos ingeridos, que aportan vitaminas de vital importancia para su correcto funcionamiento.
Sin embargo, no todas las partes del cuerpo tienen este tipo de tejido, como el pene, orejas, senos y nariz.
Es un tejido muy consistente, resistente a los golpes y presiones pero también elástico, protege órganos vitales como el corazón, pulmones, cerebro, etc., asimismo permite el movimiento en partes del cuerpo para la realización de trabajo o actividades estableciendo el desplazamiento de la persona. Forma el aparato locomotor originando la estructura ósea o esqueleto.Es también un depósito de almacenamiento de calcio y fósforo del cuerpo.
Los huesos se componen de un tejido vivo llamado tejido conectivo.
Los huesos se clasifican en:
  • Huesos Largos.- presentan una forma cilíndrica, predomina la longitud sobre el ancho y grosor, se dividen en tres porciones un cuerpo y dos extremos (proximal y distal), generalmente se encuentran en los miembros locomotores. Ejemplo: húmero, fémur, metacarpos, etc.
  • Huesos Cortos.- presentan una forma cuboide, siendo que ninguna de sus dimensiones predomina, su función es de amortiguamiento. Ejemplos: huesos del carpo y tarso.
  • Huesos Planos.- su principal característica es que son más anchos y largos que gruesos, su función es la de proteger tejidos blandos e inserción de grandes masas musculares. Ejemplos: escápula u omóplato, huesos del cráneo y coxal.
  • Huesos Irregulares.- no presentan forma o división predominante para su agrupación, son impares y se localizan en la línea media, sus funciones son variables aunque la de mayor importancia es la protección del sistema nervioso central. Ejemplos: vértebras, occipital, falange distal.

[editar] Tipos de tejido óseo

Los huesos poseen zonas con diferente densidad de tejido óseo que se diferencian macroscópicamente y microscópicamente en áreas de hueso compacto y áreas de hueso esponjoso, no existen límites perfectamente marcados entre las dos áreas existiendo entre ellos una pequeña zona de transición.

[editar] Hueso compacto (cortical)

El hueso compacto o cortical forma la diáfisis (la porción alargada de los huesos largos que queda en el medio de las epífisis o porciones distales de los mismos). Aparecen como una masa sólida y continua cuya estructura solo se ve al microscopio óptico. Su matriz ósea mineralizada esta depositada en laminillas, entre estas se ubican las lagunas con los osteocitos (cada laguna con el osteocito es llamada osteoblasto), desde cada una se irradian canalículos (conductillos muy delgados), ramificados que las comunican y permiten la nutrición de los osteocitos (recordemos que esto es importante ya que los osteocitos se encuentran rodeados de matriz mineralizada que no permite la difusión de nutrientes al osteocito). Las laminillas se disponen de 3 formas:
  • Concéntricamente alrededor de un canal longitudinal vascular (llamado conducto de Havers), que contiene capilares,vénulas postcapilares y a veces arteriolas, formando estructuras cilíndricas llamadas osteonas o sistemas haversianos visibles al microscopio óptico.
  • Entre las osteonas se disponen de forma angular formando los sistemas intersticiales separados de las osteonas por las llamadas líneas de cemento (capa de matriz ósea pobres en fibras colágeno que no son atravesados por estos canalículos, o sea que no poseen elementos vasculares; todo esto es observable al microscopio óptico).
  • Por debajo del periostio sobre su superficie interna, y por debajo del endostio se ubican alrededor de la circunferencia del tallo de forma extendida las laminillas circunferenciales externas e internas (paralelas a la superficie).
Los canales haversianos comunican entre sí con la superficie o la cavidad medular por canales transversales u oblicuos llamados canales perforantes o de Volkman que poseen vasos que vienen del periostio y del endostio más grandes que los de las osteonas que comunican entre ellas. Al microscopio óptico es difícil reconocerlos porque no se encuentran rodeados de láminas concéntricas.

[editar] Hueso esponjoso (reticulado, trabecular)

El hueso esponjoso o trabecular no contiene osteonas, sino que las láminas intersticiales están de forma irregular formando unas placas llamadas trabéculas. Estas placas forman una estructura esponjosa dejando huecos llenos de la médula ósea roja. Dentro de las trabéculas están los osteocitos, los vasos sanguíneos penetran directamente en el hueso esponjoso y permiten el intercambio de nutrientes con los osteocitos. El hueso esponjoso es constituyente de las epifisis de los huesos largos y del interior de otros huesos.

[editar] Tejido óseo

Artículo principal: Tejido óseo
Sustancia Fundamental. Compone 10% de la matriz orgánica, posee una concentración menor de glucosaminoglucanos (GAG), que el cartílago (ácido hialurónico, condroitín sulfato, queratán sulfato), es una matriz acidofila (en parte debido al colágeno). Posee proteínas exclusivas del hueso como la osteocalcina unida a la hidroxipatita. La osteopontina también unida a la hidroxipatita es similar a la fibronectina.
Colágeno. Es el 90% de la matriz orgánica, de tipo 1, posee muchos enlaces intermoleculares, insoluble en disolvente y mayor hidroxilación de las lisinas.
Sustancia inórganica. Fosfato cálcico presente en forma de cristales de hidroxiapatita que aparecen a intervalos regulados de 60 nm a 70 nm a lo largo de las fibras . También posee citrato, bicarbonato, fluoruro, magnesio e ion sodio. El hueso además posee afinidad por sustancias radioactivas que destruyen sus componentes.

[editar] Células del hueso

En el tejido óseo maduro y en desarrollo, se pueden diferenciar cuatro tipos de células: osteoprogenitoras, osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Los tres primeros tipos son estadios funcionales de un único tipo celular. El proceso reversible de cambio de una modalidad funcional a otra se conoce como modulación celular. Los osteoclastos tienen un origen hematopoyético compartido con el linaje mononuclear-fagocítico. El estadio mitótico de los tres primeros tipos celulares solo se observa en el estadio de célula osteoprogenitora.
  • Células osteoprogenitoras u osteógenas. Provienen del mesénquima en el embrión. Poseen una forma de huso. Muestran retículo endoplásmico rugoso escaso, así como, Aparato de Golgi poco desarrollado pero se encuentran ribosomas libres en abundancia. En el adulto, se encuentran en la capa celular interna del periostio y del endostio. Su diferenciación depende de las condiciones del medio: Si la tensión parcial de oxígeno es alta, se diferenciarán en osteoblastos; si la tensión parcial de oxígeno es baja, se desarrollarán células condrógenas.
  • Osteoblastos. Formadores de matriz ósea. No pueden dividirse. Los osteoblastos 'deciden las acciones a efectuar en el hueso'. Surgen como diferenciación de las células osteoprogenitoras, bajo la influencia de la familia de la proteína morfogénica ósea (BMP) y del factor beta transformador de crecimiento TGF-β. Poseen elevado RER y un Aparato de Golgi bien desarrollado, también se observan numerosas vesículas. Se comunican entre ellas por uniones tipo GAP (nexo). Cuando quedan envueltas por la matriz ósea es cuando se transforman en un estadio no activó, el osteocito. Producen RANKL (receptor para la activación del factor nuclear K-B), osteonectina (para la mineralización ósea), osteopontina (para sellar la zona donde actúa el osteoclasto), osteocalcina (mineralización ósea), sialoproteína ósea (une osteoblastos y osteocitos a la matriz extracelular) y M-CSF (factor estimulante de colonias de macrófagos . Poseen receptores de hormonas, vitaminas y citocinas, como la hormona paratiroidea que induce al osteoblasto a secretar OPGL(ligando de osteoprotegerina) y factor estimulante de osteoclastos: éstos actúan en la diferenciación de preosteoclastos a osteoclastos y en su activación. Participan en la resorción ósea secretando sustancias que eliminan la osteoide (fina capa de matriz NO mineralizada), exponiendo la matriz ósea para el ataque de los osteoclastos.
Cuando los osteoblastos entran en un estado de inactividad se les llama células de recubrimiento óseo y pueden revertirlo para secretar citocinas o matriz ósea.
  • Osteocitos. Se encuentran en el hueso completamente formado ya que residen en lagunas en el interior de la matriz ósea mineralizada. Su forma se adapta al de la laguna y emiten prolongaciones digitiformes largas que se extienden por los canalículos de la matriz ósea y esto los pone en contacto con otros osteocitos. En esas zonas de contacto las membranas forman un nexo que permite el intercambio de iones, moléculas pequeñas y hormonas. Son similares a los osteoblastos, pero menos activos y por lo tanto su reticulo endoplasmático y aparato de Golgi esta menos desarrollado. Su función es seguir sintetizando los componentes necesarios para el mantenimiento de la matriz que los rodea. Están ampliamente relacionados con la mecanotransducción, proceso en el que reaccionan a la tensión ejercida liberando cAMP (monofosfato de adenosina cíclico), osteocalcina y somatomedinas lo que induce a la adición de osteoblastos para la remodelación del hueso. Se discute si se pueden transformar en osteoblastos activos.
  • Osteoclastos. Tienen como función la resorción ósea. Por su origen hematopoyético, son entendidos como "macrófagos del hueso". Hasta hace poco, se creía que surgían de la fusión de varios monocitos, pero, de acuerdo a las nuevas investigaciones se ha descubierto que tienen su origen en el sistema de fagocitos mononucleares y surgen de la diferenciación (mediada por citocinas provenientes del osteoblasto) de macrófagos. Ubicados en las lagunas de Howship pueden llegar a ser células gigantes (hasta 150 micrometros de diámetro), con varios núcleos. Se encuentran polarizados con los núcleos cerca de su superficie lisa mientras que la superficie adyacente al hueso presenta prolongaciones muy apretadas como una hoja delimitadas por profundos pliegues (se le llama borde en cepillo o borde plegado). Abundantes mitocondrias en el borde plegado, también en esta región hay lisosomas y vacuolas. Alrededor del borde plegado la membrana se une al hueso por filamentos de actina (zona de sellado donde el osteoclasto lleva a cabo su función de reabsorción). En este sitio de sellado el osteoclasto bombea protones que baja el pH (acidifica el medio), para disolver el material óseo. El interior ácido del compartimiento favorece la liberación de hidrolasas ácidas lisosomales y proteasas, como gelatinasa y colagenasa (por el aparato de Golgi, reticulo endoplasmático y vesículas del borde), que eliminan las sales de calcio y degradan el colágeno y componentes orgánicos de la matriz ósea.

[editar] Formación del tejido óseo

El hueso se forma por sustitución de un tejido conectivo preexistente (el cartílago). Dos tipos de osificación: intramembranosa (o directa) y endocondral (o indirecta).
Osificación intramembranosa (o directa). Tiene lugar directamente en el tejido conectivo. Por este proceso se forman los huesos planos de la bóveda del cráneo: hueso frontal, hueso occipital, hueso parietal y hueso temporal. El mensénquima se condensa en conjuntivo vascularizado en el cuál las células están unidas por largas prolongaciones y en los espacios intercelulares se depositan haces de colágeno orientados al azar que quedan incluidos en la matriz (gel poco denso). La primera señal de formación ósea es la aparición de bandas de matriz eosinófila más densas que se depositan equidistantemente de los vasos sanguíneos que forman la red. Las células se agrandan y se reúnen sobre las trabéculas, adquieren forma cuboidea o cilíndrica y permanecen unidas por prolongaciones cortas, se hacen más basófilas transformándose en osteoblastos que depositan matriz osteoide no calcificada. Las trabéculas se hacen más gruesas, se secreta colágeno que forma fibras orientadas al azar formando hueso reticular (colágeno ). Se depositan sales de calcio sobre la matriz extracelular (calcificación). Debido al engrosamiento trabecular los osteoblastos quedan atrapados en lagunas y se convierten en osteocitos que se conectan con los osteoblastos de la superficie por medio de los canalículos. El número de osteoblastos se mantiene por la diferenciación de células primitivas del tejido conjuntivo laxo. En las áreas de esponjosa que debe convertirse en hueso compacto las trabéculas siguen engrosándose hasta que desaparecen los espacios que rodean los vasos sanguíneos. Las fibras de colágeno se vuelven más ordenadas y llegan a parecerse al hueso laminar pero no lo son. Donde persiste el esponjoso termina el engrosamiento trabecular y el tejido vascular interpuestos se transforma en tejido hematopoyético. El tejido conjuntivo se transforma en el periostio. Los osteoblastos superficiales se transforman en células de aspecto fibroblástico que persisten como elementos osteoprogenitores en reposo ubicados en el endostio o el periostio pudiéndose transformar de vuelta en osteoblastos si son provocados.
Osificación endocondral (o indirecta). La sustitución de cartílago por hueso se denomina osificación endocondral. Aunque la mayoría de los huesos del cuerpo se forman de esta manera, el proceso se puede apreciar mejor en los huesos más largos, lo que se lleva a cabo de la manera siguiente:
  1. Desarrollo del modelo cartilaginoso: En el sitio donde se formará el hueso, las células mesenquimatosas se agrupan según la forma que tendrá el futuro hueso. Dichas células se diferencian en condroblastos, que producen una matriz cartilaginosa, de tal suerte que el modelo se compone de cartílago hialino. Además se desarrolla una membrana llamada pericondrio, alrededor del modelo cartilaginoso.
  2. Crecimiento del modelo cartilaginoso: Cuando los condroblastos quedan ubicados en las capas profundas de la matriz cartilaginosa, se les llama condrocitos. El modelo cartilaginoso crece en sentido longitudinal por división celular continua de los condrocitos, acompañada de secreción adicional de matriz cartilaginosa. este proceso genera un aumento de longitud que se llama crecimiento intersticial (o sea, desde dentro). En contraste, el incremento en el grosor del cartílago se debe principalmente a la adición de matriz en la periferia del modelo por nuevos condroblastos, los cuales evolucionan a partir del pericondrio. A este tipo de desarrollo por depósito de matriz sobre la superficie cartilaginosa se le llama desarrollo por aposición. Al continuar el crecimiento del modelo cartilaginoso, se hipertrofian los condrocitos de su región central, probablemente en virtud de que acumulan glucógeno para la producción de ATP y de que sintetizan enzimas que catalizarán las reacciones químicas. Algunas de las células hipertróficas explotan y liberan su contenido, lo que modifica el pH de la matriz, este cambio activa la calcificación. Otros condrocitos del cartílago en calcificación mueren porque la matriz ya no difunde los nutrientes con rapidez suficiente. Al ocurrir esto, se forman lagunas que tarde o temprano se fusionan para formar cavidades pequeñas.
  3. Desarrollo del centro de osificación primario: Una arteria nutricia penetra en el pericondrio y en el modelo cartilaginoso en calcificación a través de un agujero nutricio en la región central del modelo cartilaginoso, los cual estimula que las células osteógenas del pericondro se diferencien en osteoblastos. Estas células secretan, bajo el pericondrio, una lámina delgada de huso compacto, llamada collar de matriz ósea. cuando el pericondrio empieza a formar tejido óseo, se le conoce como periostio. cerca del centro del modelo crecen capilares periósticos en el cartílago calcificado en desintegración. El conjunto de estos vasos y sus correspondientes osteoblastos, osteoclastos y células de la médula ósea roja recibe el nombre de brote perióstico o yema perióstica. al crecer en el modelo cartilaginoso, los capilares inducen el crecimiento de un centro de osificación primario, región en que el tejido óseo sustituye la mayor parte del cartílago. Luego los osteoblastos comienzan a depositar matriz ósea sobre los residuos del cartílago calcificado, con lo que se forman las trabéculas del hueso esponjoso. A medida que el centro de osificación se alarga hacia los extremos del hueso, los osteoclastos destruyen las trabéculas recién formadas. De este modo se forma la cavida medular, en el centro del modelo, la cual se llena después con médula ósea roja. La osificación primaria principia en la superficie exterior del hueso y avanza hacia el interior.
  4. Desarrollo de los centros de osificación secundarios: La diáfisis, que al principio era una masa sólida de cartílago hialino, es reeplazada por hueso compacto, cuyo centro contiene la cavidad llena de médula ósea roja. Cuando los vasos sanguíneos penetran la epífisis, se forman los centros de osificación secundarios, por lo regular hacia el momento del nacimiento. La formación de hueso es similar a la que tiene lugar en los centros de osificación primarios; sin embargo, se diferencia en que el tejido esponjoso permanece en el interior de la epífisis (no se forma la cavidad medular). La osificación secundaria se inicia en el centro de la epífisis y prosigue hacia el exterior, en dirección a la superficie externa del hueso.
  5. Formación del cartílago articular y de la placa epifisiaria: El cartílago hialino que cubre las epífisis se convierte en cartílago articular. durante la niñez y la adolescencia se conserva cartílago hialino entre la diáfisis y las epífisis, el cual se conoce como placa epifisiaria y es la que permite el crecimiento longitudinal de los huesos largos.

[editar] Funciones

Los huesos poseen varias funciones en el organismo humano. Ellas son:
  • Actúan como sostén: Los huesos forman un cuadro rígido, que se encarga del sostén de los órganos y tejidos blandos.
  • Permiten el movimiento: Gracias a los músculos que se fijan a los huesos a través de los tendones, y a sus contracciones sincronizadas, el cuerpo se puede mover.
  • Protegen a los órganos: Los huesos forman diversas cavidades que protegen a los órganos vitales de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo o calota protege al cerebro de posibles golpes que pueda sufrir éste, y la caja torácica (o sea, las costillas y el esternón), protegen a los pulmones y al corazón.
  • Homeostasis Mineral: El tejido óseo se encarga del abastecimiento de diversos minerales, principalmente el fósforo y el calcio, que son muy importantes en funciones que realiza el organismo como la contracción muscular, lo cual es el caso del calcio. Cuando uno de éstos minerales es necesario, los huesos lo liberan en el torrente sanguíneo, y éste lo distribuye por el organismo.
  • Contribuyen a la formación de células sanguíneas: La médula ósea o roja, que se encuentra en el tejido esponjoso de los huesos largos (como por ejemplo la pelvis, las vértebras, etc), se encarga de la formación de glóbulos rojos o eritrocitos. Este proceso se denomina hematopoyesis.
  • Sirven como reserva energética: La médula ósea amarilla que es el tejido adiposo que se encuentra en los canales medulares de los huesos largos, es una gran reserva de energía.

[editar] Alteraciones de los huesos

El sistema esquelético está expuesto a patologías de naturaleza circulatoria, inflamatoria, neoplásica, metabólica y congénita, tal como los otros órganos del cuerpo. Aunque no existe un sistema estandarizado de clasificación, los trastornos de los huesos son numerosos y variados.

[editar] Deformaciones

Las malformaciones congénitas de los huesos no son muy frecuentes, y por lo general incluyen la ausencia de algún hueso — tal como una falange — o la formación de huesos adicionales como una costilla. Otras deformaciones incluyen el sindactilismo, que es la fusión de dos dedos adyacentes; o el aracnodactilismo, en la que aparecen dedos con la apariencia de una araña, asociado con el síndrome de Marfan. La acondroplasia es el trastorno del crecimiento óseo más frecuente y la principal causa de enanismo.

[editar] Fracturas

Artículo principal: Fractura (medicina)
Fractura de cadera en paciente de 17 años posterior a caída sobre una escalera.
Una de las afecciones óseas más comunes es la fractura. Estas se resuelven por procesos naturales, tras la alineación e inmovilización de los huesos afectados. En el proceso de cura, los vasos sanguíneos dañados desarrollan una especie de hematoma óseo que servirá como adhesivo y posteriormente se irá formando un tejido fibroso o conjuntivo compuesto por células llamadas osteoblastos, las cuales crearán un callo óseo que unirá las partes separadas. Sin embargo, la falta de tratamiento o inmovilización puede ocasionar un crecimiento anormal. Los métodos para acelerar la recuperación de un hueso incluyen la estimulación eléctrica, ultrasonido, injertos óseos y sustitutos orgánicos con compuestos cálcicos, tales como huesos de cadáveres, coral y cerámicas biodegradables.

[editar] Osteogénesis imperfecta

Artículo principal: Osteogénesis imperfecta
La osteogénesis imperfecta es más conocida como la enfermedad de los huesos de cristal. Es una enfermedad congénita que se caracteriza porque los huesos de las personas que la padecen se parten muy fácilmente, con frecuencia tras un traumatismo o a veces sin causa aparente.
Esta enfermedad es causada por la falta o insuficiencia del colágeno, por causa de un problema genético.

[editar] Osteoporosis

Artículo principal: Osteoporosis
La osteoporosis es el término general para definir la porosidad del esqueleto causada por una reducción de la densidad ósea. En esta enfermedad se muestra la disminución de la resistencia del hueso, debido a una alteración en la remodelación ósea, por ello hay un descenso de la masa ósea, además de presentarse conductos amplios de reabsorción; en tanto que la concentración de calcio en la matriz es normal.
La osteoporosis secundaria es la más frecuente y asociada con la tercera edad, la menopausia y la actividad física reducida.
En homeostasis la unión del estrógeno con los osteoblastos a través de receptores específicos, estimula a los osteoblastos para producir y secretar matriz ósea. Con el decremento de la secresión de estrógeno por la menopausia, la actividad osteoclástica (reabsorción) se vuelve mayor que la osteoblástica (formación de tejido óseo nuevo), teniendo como consecuencia la reducción de la masa ósea, volviendo frágil al hueso, por incapacidad para el soporte de las fuerzas de tensión.

[editar] Bibliografía

  • Gartner, Leslie P. et James L. Hiatt. Texto Atlas de Histología. 3 ed. Editorial Mc Graw Hill. USA, 2007.
  • Bernal Zepeda, H. Carmona Ocañas, A. Carrillo Martínez, F. Chávez Enríquez, A. Flores Ortiz, G. García Tovar, C. González López, C. Hernández Hernandez, R. Nieto Borders, J.L. Oliver González M.R. Ortiz Bastida T. Pichardo Molinero, M.R. Reyes Sánchez, A. Soto Zárate C.I. y Waldo Tello, S. 2003. Apuntes de Anatomía Comparada. Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán-UNAM.

Hueso cuneiforme

Cuña (anatomía)

De Camil Disla
Cuña
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Huesos del pie derecho, superficie dorsal.
LatínCuneiforme
El hueso cuña o cuneiforme (Cuneiforme primum, secundum, tertium) es un hueso corto del pie, en número de tres para cada pie, 1, 2 y 3 de dentro a fuera:

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[editar] Primer cuneiforme

Este es el más grande de las cuñas.

[editar] Segundo cuneiforme

[editar] Tercer cuneiforme

Se encuentra en la segunda fila del tarso; las tres cuñas se articulan con el escafoides por detrás; entre sí lateralmente y por delante con el 1, 2 y 3 metatarsianos

Hueso Alveolar

Hueso alveolar

De Camil Disla
Alveolar
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Maxilar superior izquierdo. Superficie exterior. (Proceso alveolar visible en la parte inferior.)
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Cartílagos de la nariz, vistos desde abajo. (Proceso alveolar del maxilar superior visible en la parte inferior.)
Latínprocessus alveolaris maxillae
Se denomina hueso alveolar al hueso de los maxilares que contiene o reviste las cuencas o alveolos, en las que se mantienen las raíces de los dientes. Es un hueso fino y compacto con múltiples y pequeñas perforaciones, a través de las cuales pasan los vasos sanguíneos, los nervios y los vasos linfáticos.
Es, por tanto, hueso alveolar aquel hueso ya sea del maxilar superior o de la mandíbula que contiene las raíces de los dientes. Si fuese posible mirar un cráneo que ha estado perdiendo dientes, se vería que los huesos maxilares no son sólo planos óseos horizontales. Dentro del hueso hay pequeños cráteres que marcan el lugar donde los dientes deben insertarse. Estos espacios son los alveolos (también alvéolos) y sus paredes se llaman procesos alveolares. Conforme el diente va saliendo a través de la encía, el proceso alveolar se desarrolla alrededor de los dientes para ayudar a sostenerlos dentro de los maxilares.

Hueso Cuadrado

Yunque (hueso)

De Camil Disla
Yunque
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Yunque:
A.vista frontal, B. vista posterior.
PrecursorPrimer arco branquial
El yunque es un hueso que pertenece a la cadena de huesecillos del oído medio, localizado en la caja del tímpano. Como su nombre indica, su forma recuerda al yunque de un herrero, con un cuerpo y dos ramas. Se conecta con el martillo mediante la articulación incudomalear y con el estribo mediante la articulación incudoestapedia.
El yunque existe sólo en los mamíferos, y deriva de un hueso mandibular reptiliano denominado cuadrado. Ayuda a transmitir las vibraciones del medio exterior al interior.
Fue descrito por primera vez por Alejandro Achillini (1463-1512).

Hueso sacro

Hueso sacro

De Camil Disla
Sacro
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Hueso sacro, vista lateral.
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Hueso sacro en el medio, vista frontal.
LatínOs sacrum
El hueso sacro (Os sacrum) es un hueso corto, impar, central y simétrico, oblicuo, compuesto por cinco piezas soldadas (vértebras sacras) en forma de pirámide cuadrangular, con una base, un vértice y cuatro caras, anterior, posterior y laterales. Sus alas sacras en las zonas laterales, se unen con las palas ciáticas de la pelvis.
Se encuentra debajo de la vértebra L5 y encima del coxis y entre los huesos coxales, con todos los cuales se articula. Contribuye a formar la columna vertebral y la pelvis. Su función principal es transmitir el peso del cuerpo a la cintura pélvica.
El borde anterior de S1 es sobresaliente y se denomina promontorio sacro. El vértice se articula con el cóccix. El orificio vertebral del sacro se denomina conducto sacro. Contiene las raíces nerviosas de la cola de caballo (raíces de nervios espinales situados debajo de L1). En las caras pélvicas y dorsal del sacro aparecen 4 pares de orificios sacros a través de los cuales emergen ramos dorsales y ventrales de los nervios espinales.
En él se insertan los músculos:
Los romanos le dieron este nombre porque correspondía a la parte entregada a los dioses en los sacrificios.[1]

Hueso nasal

Hueso propio de la nariz

De Camil Disla
Nasal
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Cartílagos de la nariz, vista lateral (huesos nasales visibles en la parte superior izquierda).
LatínOs nasale
El hueso nasal (o hueso propio de la nariz) es un hueso de la cara, par en número de dos, corto y compacto, en forma cuadrilátera, con dos caras (anterior y posterior) y cuatro bordes (superior, inferior, lateral o externo y medial o interno). Ambos huesos propios forman la raíz y el dorso o puente de la nariz. El borde medial de cada uno se articula con su homólogo, constituyendo la sutura internasal. El borde lateral (externo) se articula con la apófisis ascendente del maxilar superior. Su borde superior con el hueso frontal y su borde inferior con el cartílago nasal (o cartílago dorsal). Su cara interna se articula con la lámina perpendicular del etmoides, que forma parte del tabique nasal.

[editar] Bibliografía

  • Estructura del cuero humano Sobotta. Posel P. y Schulte, E. Ed. Marbán ISBN 84-7101-294-4
  • Anatomía del aparato locomotor. Tomo III (Cabeza y Tronco). Michel Dufour. Ed. Masson (2004). ISBN : 84-458-1282-3
  • Atlas de Anatomía Humana Sobotta. Volumen I. Ferner, H. y Staubesand, J. Ed. Médica Panamericana. (1982) ISBN 84-85320-25-5

Hueso etmoides

Hueso etmoides

De Camil Disla
Etmoides
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Hueso etmoides en su contexto. Corte sagital
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Hueso etmoides desde arriba.
LatínOs ethmoidale
El hueso etmoides (os ethmoidale PNA) es un hueso del cráneo, corto y compacto, central, impar y simétrico compuesto por una lamina vertical y media, una lámina horizontal perpendicular a la primera y dos masas laterales. Es un hueso de superficies muy anfractuosas y con numerosas cavidades (celdillas etmoidales).
Se encuentra en la escotadura etmoidal del hueso frontal y delante del esfenoides. Se articula con estos y con los palatinos por detrás, con el hueso propio de la nariz por delante, con el maxilar superior y unguis por fuera y con el vómer por debajo.
Forma parte del suelo de la fosa craneal anterior y participa en el macizo facial (cavidad nasal y órbitas).

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[editar] Porción horizontal

También denominada lámina cribosa del etmoides. Es una lámina cuadrangular con múltiples orificios para los nervios olfatorios.

[editar] Porción vertical

[editar] Apófisis Crista Galli

Está situada por encima de la lámina horizontal. Su base descansa en la lámina horizontal. Su vértice da inserción a la hoz del cerebro. Su borde anterior completa el agujero ciego

[editar] Lámina perpendicular del etmoides

Sale de la lámina cribosa hacia abajo, formando la parte superior del tabique nasal.

[editar] Masas laterales

También se conocen como laberintos o masas esponjosas. Contienen las celdas aéreas etmoidales que, según su localización, se denominan anteriores, medias o posteriores. Forman parte de la pared medial de las órbitas y de las paredes laterales (externas) de las fosas nasales.

[editar] Articulaciones

El etmoides se articula con 11 huesos

[editar] Galería de Imágenes

[editar] Bibliografía

  • Estructura del cuerpo humano Sobotta. Posel P. y Schulte, E. Ed. Marbán (2000). ISBN 84-7101-294-4
  • Anatomía del aparato locomotor. Tomo III (Cabeza y Tronco). Michel Dufour. Ed. Masson (2004). ISBN 84-458-1282-3
  • Atlas de Anatomía Humana Sobotta. Volumen I. Ferner, H. y Staubesand, J. Ed. Médica Panamericana. (1982) ISBN 84-85320-25-5
  • Anatomía Humana. Testut, L. y Latarjet, A. Salvat Editores (1986) ISBN 84-345-1144-4

Hueso Esfenoides

Hueso esfenoides

De Camil Disla
Hueso esfenoides
Gray145.png
Vista superior (plano coronal) del hueso esfenoides humano.
LatínOs sphenoidale
El hueso esfenoides es un hueso impar (debido a la articulación sínfisis que está entre las alas menores) situado en la parte media de la base del cráneo que forma parte de la estructura interna profunda de la cara, de las fosas nasales y del propio cráneo. En él se encuentra la silla turca donde se aloja la glándula hipófisis.
Se encuentra entre la porción horizontal del frontal, la porción basilar del occipital, y las porciones escamosa y petrosa del temporal.
Presenta un cuerpo, central, y seis prolongaciones laterales; dos alas mayores, dos alas menores y dos apófisis pterigoides.

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[editar] Cuerpo

De forma cúbica, ocupa la parte central del hueso esfenoides. Aloja a los dos senos esfenoidales (recubiertos de mucosa y separados por un tabique)

[editar] Cara Superior

Presenta primero, desde donde se empieza a describir, en la línea media una cresta (cresta esfenoidal) que articulada continúa a la apófisis crista galli y que termina en una punta llamada proceso etmoidal del esfenoides, o espina etmoidal, por su articulación con este. A los lados de esta cresta existe una superficie lisa semicóncava, el yugo esfenoidal; en él se articula la lámina papirácea del etmoides. Después del yugo se observa el canal óptico esfenoidal,o surco quiasmático, que es donde se aloja el quiasma (estructura resultante del entrecruzamiento de los nervios ópticos: el derecho envía la información a la región occipital izquierda y viceversa). de los nervios ópticos terminando en ambos lados con unos agujeros llamados agujeros ópticos y atrás con el tubérculo pituitario y sirve de límite anterior para la silla turca, o fosa pituitaria, donde se aloja la hipófisis, que está situada dos centímetros por delante y dos por encima del meato auditivo interno. Dorsalmente (posteriormente) la silla turca está limitada por la lámina cuadrilátera del esfenoides (o dorsum sellae), que en sus ángulos superiores presenta unos salientes denominados apófisis clinoides posteriores.

[editar] Cara Inferior

Lleva en la línea media la cresta esfenoidal inferior, muy saliente en su parte delantera, donde se continúa con la cresta esfenoidal anterior, formando el pico del esfenoides. La cresta inferior se articula con el borde superior del vomer que tiene forma de ángulo diedro y se constituye así el canal esfenovomeriano medio, comprendido entre la cresta y el fondo del canal vomeriano. A los lados de la cresta inferior existen unas superficies lisas de forma triangular con base interna, que forman la parte mas posterior del techo de las fosas nasales. más hacia afuera se desprenden hacia abajo

[editar] Alas menores

Llamadas también apofisis Ingrassias, surgen de la parte antero-superior de cada lateral del cuerpo del esfenoides, en dirección casi horizontal. Forman la parte posterior de la fosa craneal anterior, la región postero-medial de las órbitas, el techo de las fisuras orbitarias superiores, y del canal óptico. La unión de las alas menores con el cuerpo se denomina cresta esfenoidal y sus extremos mediales forman las apófisis clinoides anteriores.

[editar] Alas mayores

Parten de ambas caras laterales del cuerpo del esfenoides, dirigiéndose primero lateralmente y luego hacia delante y hacia arriba. Forman parte de la fosa craneal media, de la región postero-lateral de las órbitas, de la parte inferior de las fisuras orbitarias superiores y de la mayor parte de las fisuras orbitarias inferiores. Presentan varios orificios, como el oval, el redondo y el espinoso, puntos de paso de vasos y nervios.

[editar] Apófisis o Procesos pterigoideos

Forman dos láminas óseas, dirigidas verticalmente de arriba a abajo, que parten a la vez de la cara inferior del cuerpo del esfenoides y del borde interno de sus alas mayores. Cada una de las alas presenta una base, un vértice, dos caras (interna y externa) y dos bordes (anterior y posterior). La base, situada en la parte superior, está atravesada de delante a atrás por un conducto recto, que es el llamado conducto vidiano (por el que pasa el nervio del mismo nombre). El vértice, bifurcado, está formado por dos láminas óseas, que se designan con el nombre de lámina lateral y lámina medial; esta última termina con un gancho por el cual se desliza el rafe pterigomandibular, donde se insertará por anterior el músculo buccinador, y por posterior, el músculo constrictor superior de la faringe. Entre las dos láminas se encuentra una escotadura que, en el cráneo articulado, está ocupada por la apófisis piramidal del palatino. La cara interna de la lámina medial, estrecha y plana contribuye a formar la pared externa de las coanas (aberturas nasales posteriores). La cara externa de la lámina lateral, ancha y rugosa, forma la pared interna de la fosa cigomática (que sirve de inserción al fascículo inferior del pterigoideo lateral). El borde anterior, liso por arriba, es rugoso en su parte inferior para articularse con el palatino; además los bordes anteriores de la lámina medial y lateral se unen entre sí a ese nivel. El borde posterior queda libre. Entre la cara interna de la lámina lateral y la cara externa de la lámina medial se forma una excavación profunda, la fosa pterigoidea, que junto con la apófisis cacapiramidal del palatino darán inserción para el músculo pterigoideo medial. En la parte inferior e interna de la fosa pterigoidea, se encuentra una pequeña depresión oval, la fosita escafoidea o navicular (para el periestafilino externo).

[editar] Importancia del esfenoides en la evolución humana

Estudios recientes sugieren la hipótesis según la cual los cambios (por mutación) de la posición del esfenoides han implicado transformaciones en la capacidad cerebral y, transitivamente, avances en las capacidades cognitivas e intelectuales.
Dentro de la línea filogenética que desemboca en el Homo sapiens se periodizan las siguientes etapas:
  • Hace 60 millones de años los prosimios tenían un esfenoides horizontal y plano como la inmensa mayoría de los demás animales con cerebro.
  • Hace unos 40 millones de años, en los simios el esfenoides tenía una primera inclinación hacia abajo lo cual permitía un aumento de la capacidad encefálica. Los lóbulos occipitales obtuvieron más espacio y así se logró un perfeccionamiento de la visión estereoscópica y probablemente de la memoria visual.
  • Hace menos de 12 millones de años se produjo una nueva inclinación hacia abajo, esto en la línea evolutiva dio origen a los antropoides, lo cual implica un cerebro aún mayor en proporción al resto del cuerpo.
  • Hace unos 6 millones de años, con los Australopithecus, la inclinación del esfenoides se volvió a acentuar, y con ello se incrementó la capacidad neurocraneal.
  • Hace 2 millones de años se produjo la misma inclinación hacia abajo del esfenoides, coincidiendo con un total bipedismo. Tal bipedismo, supone la necesidad de un cerebro voluminoso con redes neuronales complejas como para mantener esa posición opuesta a la gravedad. Es también probable que esa nueva posición del esfenoides permitiera un habla rudimentaria, cuyos fonemas eran chasquidos y tonos guturales.
  • Entre 200.000 y 160.000 años atrás el esfenoides obtuvo la inclinación que se encuentra en el Homo sapiens. Este hecho coincide con un aumento de la capacidad cerebral, (en especial de los lóbulos frontales) y una mayor irrigación sanguínea para el cerebro.

[editar] Referencias

  • Estructura del cuero humano Sobotta. Posel P. y Schulte, E. Ed. Marbán (2000). ISBN 84-7101-294-4
  • Anatomía del aparato locomotor. Tomo III (Cabeza y Tronco). Michel Dufour. Ed. Masson (2004). ISBN : 84-458-1282-3
  • Atlas de Anatomía Humana Sobotta. Volumen I. Ferner, H. y Staubesand, J. Ed. Médica Panamericana. (1982) ISBN 84-85320-25-5
  • Anatomía Humana. Testut, L. y Latarjet, A. Salvat Editores (1986) ISBN 84-345-1144-4
  • Atlas de antomia humana Netter, 69 ed. junta educacional manfinflera ltda.